Como detectar o prevenir un infarto en pacientes con enfermedad renal crónica (ERC)

Ataques cardíacos (infartos de miocardio).

Estas manifestaciones atípicas son importantes porque pueden retrasar el diagnóstico y el tratamiento adecuado, lo que incrementa el riesgo de complicaciones graves.

  1. Ausencia de dolor en el pecho (infarto silencioso):

    Algunos pacientes con ERC no experimentan el dolor torácico típico de un ataque cardíaco. Esto puede deberse a una neuropatía autónoma (daño en los nervios que transmiten señales de dolor), que es común en personas con ERC, especialmente aquellas con diabetes.

Significado clínico:

Sin esta señal de alarma evidente, el infarto puede pasar desapercibido, lo que retrasa el diagnóstico y tratamiento.

Qué observar:

Cambios en el estado general, como debilidad extrema, cansancio o dificultad para respirar sin causa aparente.

  1. Fatiga extrema o inexplicable:

    Sensación de cansancio severo que no mejora con el descanso. Este síntoma puede ser la única manifestación de un ataque cardíaco en algunos pacientes.

Causa probable:

La disminución del flujo sanguíneo al corazón afecta la entrega de oxígeno a los tejidos, exacerbando la fatiga. En ERC, la anemia y el desequilibrio metabólico agravan esta condición.

Qué observar:

Dificultad para realizar actividades diarias que antes no requerían esfuerzo, como caminar distancias cortas o subir escaleras.

  1. Dolor en áreas inusuales:

    En lugar del clásico dolor en el pecho, los pacientes con ERC pueden experimentar dolor en la espalda, mandíbula, cuello, hombros o parte superior del abdomen.

Causa probable:

Las señales de dolor pueden ser alteradas por neuropatías o distribuidas de forma diferente debido a la sensibilidad nerviosa disminuida.

Qué observar:

Dolor persistente o recurrente en estas áreas, especialmente si está asociado con otros síntomas como sudoración o náuseas.

  1. Problemas digestivos:

    Sensación de indigestión, acidez, náuseas o malestar estomacal, que pueden confundirse con problemas gastrointestinales en lugar de un evento cardíaco.

Causa probable:

El infarto puede irritar el diafragma o los nervios que también están implicados en los procesos digestivos, causando estos síntomas.

Qué observar:

Malestar gástrico persistente acompañado de otros síntomas como dificultad para respirar o debilidad.

  1. Confusión o cambios en el estado mental:

    Desorientación, dificultad para concentrarse, mareo o incluso pérdida de conciencia.

Causa probable:

La combinación de uremia (acumulación de toxinas debido a la ERC) y la falta de oxígeno en el cerebro durante un ataque cardíaco puede alterar el estado mental.

Qué observar:

Cambios súbitos en el comportamiento o la lucidez, especialmente si se acompañan de otros signos sospechosos.

  1. Hinchazón (edema):

    Hinchazón visible en las piernas, tobillos, pies o abdomen, que puede empeorar durante un ataque cardíaco.

Causa probable:

La insuficiencia cardíaca congestiva, común en pacientes con ERC, se agrava con el daño al corazón, lo que lleva a una acumulación de líquidos.

Qué observar:

Incremento súbito en el peso, dificultad para ponerse los zapatos o sensación de pesadez en las extremidades.

Importancia de reconocer los síntomas atípicos:

Diagnóstico temprano:

Los pacientes con ERC son más propensos a experimentar infartos silenciosos o atípicos, por lo que cualquier cambio inusual debe tomarse en serio.

Prevención de complicaciones:

Reconocer estos síntomas puede ayudar a buscar atención médica de inmediato, reduciendo el riesgo de daño permanente al corazón.

Qué hacer ante síntomas atípicos:

Buscar atención médica inmediata:

Aunque los síntomas no parezcan graves, es mejor descartar un evento cardíaco.

Monitorear regularmente:

Los pacientes con ERC deben realizar chequeos periódicos para evaluar la función cardíaca y tratar factores de riesgo como hipertensión, hiperpotasemia o anemia.

La vigilancia activa y una respuesta rápida son esenciales para reducir la mortalidad en pacientes con ERC ante eventos cardíacos.

En el Inst. de Nefrología del Oeste contamos con especialistas que sabrán como guiarte y acompañarte.

¡Tu salud renal te lo agradecerá!